jun
20
2016
Voy a intentar explicarles lo que los periódicos no se atreven a decir en lenguaje vulgar para que el pueblo vigués sepa el individuo que hemos elegido como alcalde.
Desde que la Zona Franca de Vigo existe, el alcalde de Vigo es el presidente nato del consorcio, es él quien convoca el pleno, organismo que decide no sólo sobre sus presupuestos sino también sobre las adquisiciones de patrimonio. Si no hay voto favorable del pleno, y para ello debe ser convocado por el presidente, en este caso el inefable Abel Caballero, la Zona Franca no puede comprar unos edificios de la extinta ETEA para ponerlos a disposición de la Universidad de Vigo, para desarrollar el tan traído y llevado Campus del Mar. Ese proyecto, que recibiría financiación europea, serviría para confirmar a Vigo como la capital europea del mar y la pesca.
Pues bien, nuestro estimado Caballero quiere que la zona franca de Vigo financie la grada de Marcador de la remodelación del estadio de Balaídos, concesión cedida a nuestro Real Club Celta, del que yo sí soy accionista. Como quiera que entre los fines de la Zona Franca no está lo de dedicarse a construir gradas en estadios de fútbol, la actual delegada de la Zona Franca, nombrada por el PP y nativa de Pontevedra, como otros lo son de Ponteareas, se niega a hacer tal dispendio de 12 millones de euros para sanear la cuenta de resultados de la sociedad anónima deportiva Real Club Celta. Nótese aquí que la inversión para el Campus del Mar son 5,2 millones de euros.
¿Y entonces que se le ocurre a nuestro sátrapa?. Pues muy fácil, no convoca el pleno del consorcio si no se trata también el tema de la grada de Marcador de Balaídos, y además con los corifeos de siempre de palmeros, lo presenta como viguismo puro y duro. ¿Se imaginan ustedes a la Zona Franca de Barcelona haciéndole una grada al Barcelona?. Los delegados que nombró el gobierno del PP en la zona franca de Cádiz, saquearon ese consorcio, por eso están en la cárcel, pero no se les ocurrió hacer las gradas nuevas del estadio Tomás de Carranza, donde juega el Cádiz. Pero Vigo, una vez más, es diferente.
Me temo que si hacen esa barbaridad, construir la grada de Balaídos por la Zona Franca de Vigo, algún ciudadano decente irá ante la justicia porque ya está bien de tanta chulería y despilfarro. Y me da igual si fichan al hijo de Carmela o si emplean a su cuñada en la Fundación Celta, una barbaridad es una barbaridad, y una malversación es un delito, aunque tengas 17 concejales y a los medios callando por la publicidad que les pagamos.